jueves, 27 de febrero de 2014

Recordando a Paco...

Ahora todo el mundo busca en el cajón de los recuerdos y exhiben sus fotos con personajes famosos. En aquella época yo no le daba importancia al hecho, porque era uno de ellos. Las fotografías se las hacían los aficionados que venían a vernos. En estos momentos me pesa no tener una foto con Paco o con Camarón, el cual muchas veces que venía a Sevilla se quedaba en mi casa, que era la casa de mis padres, y que dormía en la misma habitación que yo y que al levantarse después de desayunar cogía mi guitarra y yo le tocaba o él mismo se acompañaba. Pero...¿Qué importancia tenía aquello?. Éramos jóvenes, ¿Unas fotos, para qué?.

Yo era el guitarrista del grupo los Bolecos (Matilde Coral, Rafael el negro y Farruco) íbamos de turné por Alemania, (también hicimos parte de Inglaterra y Austria) y el elenco no podía ser más espectacular: Adela la del chaqueta, Diego Pantoja, Mariquilla, la Campano, Paco Cepero, y entre otros (que ahora no recuerdo)...Camarón y Paco de Lucía.

Recuerdo que una vez estábamos en la peña flamenca Los Cabales en Frankfurt, Paco tocando y yo con la baba caida, sólo los dos...al cabo de media hora me dijo: ¡Toma, toca tú ahora! y yo le dije: ¿cómo voy a tocar después de ti? y él me dijo con esa sencillez que le caracterizaba: ¡De todo el mundo aprendo!...eso no se me olvidó nunca. También recuerdo cuando íbamos a actuar de un sitio a otro en el autobús, Camarón y Paco se sentaban detrás a ensayar su "Canastera" por rondeñas:



Ha de ser mi compañera.
Si me casara algún día,
ha de ser mi compañera,
por tó los cuatro costaos
gitanita y canastera
canastera, canastera.



Con esa "Fantasía", con esa "Fabulosa" y con ese "Duende", se nos fué la "Fuente", pero nos dejó el "Caudal" que "Entre dos aguas" "Sólo quería caminar" Se nos fué el "Zyryab" pero nos dejó sus "Cositas buenas".



Paco siempre estará con nosotros.

                                                                                                                     Rafael Mendiola

sábado, 8 de febrero de 2014

Letras flamencas

     El otro día me quedé meditando sobre la cantidad de personas dotadas con facultades poéticas. Resulta que la gran mayoría obvian la estética del lenguaje; la métrica es un mundo desconocido para ellos; ni medida ni nada de nada. Sólo les basta que sus "poesías" rimen con la palabra que en ese momento se les pasa por la cabeza, sin tener nada que ver una con la otra.
     Por desgracia, yo no tengo ese ARTE ( y digo arte con letras grandes porque así lo considero).
     Yo creo que para ser poeta hay que tener cualidad, sentimiento, visión y habilidad en la composición de los versos. Hay muchos "poetas" que escriben miles y miles de "poesías", pueden escribir unas diez al día. Sin embargo, los grandes poetas  nunca escribieron más allá de cien a lo largo de sus vidas.

     Pero lo que en realidad quería entrar era en la temática de cómo y quién construye las letras en el flamenco. Hay algunas que deberían ser dignas de estudio;  habría que hacer un análisis esquemático y estructurar en lo posible para que tengan coherencias. No sé si esto ya se ha hecho...
 
 Pasemos pues a analizar algunas de estas letras flamencas, aunque no creo que se llegue a conocer el porqué se escribieron así, más aún, que no hubiera nadie para corregirlas. Yo no osaría a hacerlo porque no soy lingüista.

                             
                                        Cai es una población
                                        que le gusta al forastero.
                                        Aquí no sirve alegría,
                                        lo que sirve es el dinero.

Aquí denoto cierta conveniencia hacia lo material;  interés de la llegada de forasteros a la ciudad con ánimo de lucro. El que escribió esta letra estuvo muy desacertado según mi parecer. Luego hubo alguien que dió en la diana y puso Cai donde hay que ponerlo; en lo más alto. Y cambió la letra...


                                                  Cai es una población
                                                  que le gusta al forastero
                                                  Porque se canta y se baila
                                                  con mucha gracia y salero.

   

En esta otra se puede observar de cómo el que la escribió no tenía mucho conocimiento del lenguaje:

                                                   
                                                  Las barandillas del puente
                                                  se meneaban cuando paso,
                                                  yo te quiero a ti solita,
                                                  a nadie le hago yo caso.



Y todo el mundo la canta así, a nadie se le ocurrió cambiar la forma verbal. Estos autores destruyen todos los conceptos que tenemos sobre la literatura.

Habrá muchísimas letras flamencas y no quiero hacerme pesado, quiero terminar con lo que más me caracteriza; el humor.
Me he acordado de una letra de villancicos que aunque no sea flamenco, ahí va para terminar este escrito:

                                                 A tu puerta hemos llegado
                                                 cuatrocientos en cuadrilla,
                                                 si quieres que te cantemos
                                                 saca cuatrocientas sillas.

Y ahora viene aquí el intríngulis... O era una venta o era un cine de verano, porque a ver quién tiene en su casa cuatrocientas sillas.


                                                                                                   Rafael  Mendiola