Eran principios de los años 70...
Después de una turné por Austria, Inglaterra y Alemania con un espectáculo ( y menudo espectáculo) y un elenco de artistas tales como Paco de Lucía, Camarón de la Isla, Adela la del Chaqueta, Mariquilla, Los Bolecos ( Matilde Coral, Rafael el Negro, Farruco y yo que era el guitarrista).
Pues, con Los Bolecos aterricé en Los Canasteros, uno de los tablaos con más solera en Madrid regentado por Manolo Caracol.
El Tablao LOS CANASTEROS "Teatro Real de los Gitanos" |
Una noche, después de la función, quedando muy pocos clientes ya en el tablao apareció por allí Camarón, -el cual ya tenía una gran entidad entre los flamencos- Caracol lo recibió con los brazos abiertos y se lo llevó arriba al escenario, se sentaron en el suelo al filo, con los pies colgando y aquello empezó. (se hizo un silencio en el cual se podía oir el fluir de la sangre por las venas).
Casi todos éramos flamencos y sabíamos lo que allí, en ese momento podía pasar...y pasó, lo que algunos llamamos duende, llegó lo que todos esperamos que algún día pase...y pasó.
Camarón y Caracol |
"Un mano a mano por fandangos", como se suele decir a palo seco; sin guitarra, Caracol con esa maestría, esa flamencura, esa pureza...la satisfacción y el deleite de estar allí, en el sitio y en el momento justo, no se oía ni una mosca, de vez en cuando se oía un ¡ole! pero esos oles que salen del alma. Y llegó, le tocó el turno a Camarón... ( y aquí pongo puntos suspensivos que más bien podrían ser lágrimas) aquello fue grandioso; sublime, allí ya todos con el corazón que se nos salía, ese instante inenarrable; no se puede explicar con palabras; ¡acabó con el cuadro! sólo fueron dos fandangos, pero allí ya no se podía cantar más.
(Mis vivencias, Rafael Mendiola)